Nos han secuestrado al Niño





En estos últimos años la sociedad se siente convulsionada por los secuestros.
Es un arma moderna de consecuencias imprevistas.
Cualquier secuestro indigna y los medios de comunicación encuentran campo abonado
para sus entrevistas, sus conjeturas, sus iniciativas…

Pero se está dando un secuestro del que casi tan apenas habla nadie.
Parece que no interesa o simplemente no es socialmente rentable.

Se trata del secuestro de un Niño, del Hijo de Dios hecho hombre.
Y así nos han vaciado de contenido la fiesta de Navidad.
Muchos se gozarán del secuestro, hasta quizá han colaborado en él.
Otros, los cristianos, nos entristecemos, nos duele.
Porque el Niño, el Dios-hecho-hombre, lo es todo para cada uno de nosotros
y para cada una de las familias que creen en El.

 
El nacimiento de Jesús nos lo presentan así:

 
En Navidad, Turrones San Quintín.
EN LUGAR DE DECIR:
EN NAVIDAD CONTEMPLE Y ADORE AL HIJO DE DIOS HECHO HOMBRE

 
Sin Cava Espuma Blanca, no es Navidad.
EN LUGAR DE DECIR:
SIN ESTAR EN COMUNION CON NUESTROS HERMANOS NO HAY NAVIDAD CRISTIANA.

 
Feliz Navidad con Mantecados y polvorones,
EN LUGAR DE ESCRIBIR:
SU NAVIDAD SERÁ FELIZ SI AYUDA GENEROSAMENTE A LOS DEMAS

 
En estos días entrañables, haga feliz a su niña con la muñeca que canta y llora,
EN LUGAR DE ANUNCIAR:
PADRES COMPARTID CON OTROS NIÑOS MAS NECESITADOS EL DINERO
QUE GASTAIS EN JUGUETES PARA VUESTROS HIJOS.

 
Aproveche las vacaciones navideñas para visitar Jamaica,
EN LUGAR DE UN SPOT QUE DIJERA MAS O MENOS ASI:
APROVECHE LAS VACACIONES DE NAVIDAD PARA VISITAR ANCIANOS,
ENFERMOS Y MARGINADOS, ESPECIALMENTE SI SE TRATA DE FAMILIARES SUYOS,
o personas solitarias de nuestras iglesias (añado yo)

 
No se acompleje y obsequie a su esposa con el coche último modelo,
EN LUGAR DE ANIMAR DICIENDO:
NO TENGA MIEDO Y DÉ LA CARA POR CRISTO Y POR SU IGLESIA.

 

Todos los medios de comunicación hacen “su agosto” en estas fechas
dándonos “gato por liebre”, como se dice vulgarmente cuando se nos altera la oferta.
Porque realmente se nos está falseando la Navidad,
de tal manera que se nos impone a celebrar y a endiosar el consumismo,
más que a invitarnos a recordar con gratitud que Dios se hizo Niño
para salvarnos de las esclavitudes a las que el hombre siempre,
pero ahora más que nunca, está expuesto.

 
¿Seremos capaces de recuperar la Navidad?

¿Podremos encontrar al Niño que nos han secuestrado?

 Hay una pista: El Evangelio proclamado por la Iglesia.

No tiene pérdida. ¡Feliz Navidad cristiana!


Ramón Bouxarrais (Obispo de Málaga) del 17 diciembre 1987