El
más importante en el reino de los cielos
En ese momento los discípulos se
acercaron a Jesús y le preguntaron:—¿Quién es el más importante en el
reino de los cielos? Él llamó a un niño y lo puso en medio de
ellos.
Entonces dijo:—Os aseguro que a
menos que cambiéis y os volváis como niños, no entraréis en el reino de
los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos. »Y el
que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí.
Parábola de la oveja perdida
»Tened cuidado de no
menospreciar a uno de estos pequeños. Porque os digo que en el cielo
los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre
celestial.
El Hijo del hombre vino a salvar
lo que se había perdido. »¿Qué os parece?
Si un hombre tiene cien
ovejas y se extravía una de ellas, ¿no dejará las noventa y nueve
en las colinas para ir en busca
de la extraviada? Y si llega a encontrarla, os aseguro que se
pondrá más feliz por esa sola oveja que por las noventa y nueve que no
se extraviaron.
Así también, vuestro Padre que está en el cielo no quiere que se pierda
ninguno de estos pequeños.
Juego de Niños
Después que una tormenta sorpresa cubriera de nieve el Medio Oriente,
una foto del periódico mostró a cuatro hombres armados sonriendo
mientras construían un muñeco de nieve fuera de las maltrechas murallas
de un cuartel general militar.
El clima invernal también hizo que se cancelara una protesta y se
retrasara un debate sobre asuntos parlamentarios de mucha importancia.
Se vieron jugando en la nieve hombres con túnicas largas y mujeres con
vestidos negros tradicionales y pañuelos en la cabeza.
Hay algo en la nieve que saca el niño que hay en todos nosotros.
Y hay algo en el evangelio que nos llama a abandonar nuestras profundas
hostilidades y sentimientos de importancia propia en favor de una
humildad y una fe infantiles.
Cuando a Jesús le preguntaron:
“¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos?”
llamó a un niño
pequeño para que se le acercara y dijo:
“Si no os convertís y os hacéis como niños,
no entraréis en el reino de los cielos”.
Se ha dicho que la edad disminuye nuestra imaginación, esperanzas y
posibilidades.
Mientras más envejecemos, más fácilmente decimos: “Eso nunca podría
suceder.”
Pero en la mente de un niño, Dios puede hacer cualquier cosa.
Una fe infantil maravillada y con confianza en Dios abre la puerta del
reino de los cielos.
-DCM (por Calithos -
devocionalescristianos.org)
Meditación
Jesús nos enseña que el más grande en el Reino de los cielos es aquel
que se hace como niño.
Y es que Dios ama la sencillez. Él mismo se hizo niño. Así reina Dios.
Se hace pequeño por nosotros para estar a nuestro alcance y pedirnos
nuestro amor. Dios nos enseña así, a amar a los niños, a los pequeños,
a los débiles. Nos invita a poner los ojos en los niños que
sufren, en los niños que viven en miseria, en los niños que
teniéndolo todo carecen de amor.
El Dios que se ha hecho pequeño nos interpela e invita a aprender a
vivir como Él, a practicar
la humildad. Nos invita a ser ¡como niños!
Pensemos que los niños se refugian en sus padres, solicitan su ayuda y
asistencia, se dejan corregir y, además, tienen un corazón puro e
inocente, sin maldad en la mente y corazón…
Así hemos de conducirnos con Dios, hemos de acudir a Él como a un
Padre, pedirle su auxilio, pedirle que nos enseñe a ser hijos suyos,
hemos de dejarnos educar por Él, evitando toda tendencia hacia el mal y
purificando la mente y el corazón, a través de la comunión diaria con
el Espíritu Santo.
Recordemos con frecuencia el Amor de Dios.
(regnumcristi.org)